Parece que el monte de Feáns no le gustó al gamo que en la madrugada del domingo al lunes se paseó por la ciudad herculina. Después de cuatro horas, los agentes de la Policía Local lograron conducir al animal hasta esta zona que el ciervo no tardó en abandonar y decantarse de nuevo por un espacio más urbano. El cérvido elegía el pazo de Vilaboa, en Culleredo, para disfrutar de una apacible jornada.
La Guardia Civil explica que, al parecer, el venado parece que entró en el recinto cuando el dueño del establecimiento abrió las puertas de acceso.
Parece que el animal se lo tomó como una invitación y cuando el propietario se quiso dar cuenta, el gamo pacía tranquilamente por los jardines de la propiedad.
Fue entonces cuando el dueño dio aviso al Instituto Armado, que le pidió al hombre que cerrase las puertas para evitar que se pudiese escapar y, con ello, provocar algún accidente que pusiese en peligro su vida o la de los usuarios de las carreteras próximas.
Docilidad
Los agentes se desplazaron enseguida al lugar. Lo primero de lo que se percataron es que el animal parecía estar en un buen estado de salud.
Explican fuentes del cuerpo de seguridad que la patrulla que se desplazó hasta el pazo se extrañó de la docilidad del animal. Algo que les lleva a pensar que el gamo pudiera proceder de alguna finca en la que habría estado en contacto con personas.
Con independencia del origen del cérvido, la Guardia Civil decidió ponerse en contacto con los servicios autonómicos del centro de recuperación de la fauna salvaje, ubicado en Oleiros, para que se hicieran cargo del animal.