Cientos de betanceiros combaten el calor lanzándose al Mandeo

Cientos de betanceiros combaten el calor lanzándose al Mandeo
las barcazas, atracadas en a tolerancia, a punto de salir s. suárez

“Betanceiros, que queredes”, reza el dicho popular que conoce media Galicia. Quieren sus tradiciones, con sus particularidades, sus virtudes y sus defectos, y –sobre todo– su Globo de San Roque y sus Caneiros. Hace meses que ha saltado el contador virtual que cada vecino instala en su cabeza a principios de año para avisar de la proximidad de la romería del Mandeo. Este sábado, además, han podido “ensayarla”, con los más pequeños a bordo de las barcazas y sin haber superado la barrera de la Feira Franca Medieval. “Os Caneiros en Familia”.
La denominación elegida por el gobierno municipal para una iniciativa que pretende recuperar una romería centenaria inculcando entre los más jóvenes el espíritu original de la celebración, cita en el río a abuelos y nietos, e inunda de juegos el campo de la fiesta, situado en el vecino municipio de Coirós.
Las altas temperaturas, unidas a la tranquilidad de las aguas, llevaron a cientos de personas a disfrutar del río y del programa de actividades infantiles organizadas por el Ayuntamiento de Betanzos.

Valores
“Fai un día propio de Caneiros”, señala un veterano a punto de embarcar en A Tolerancia. “Nós hoxe subimos tarde, que vai moito calor aínda...”, le replica otro desde A Ponte Vella.
La pérdida de los valores de esta romería preocupa sobremanera en el Ayuntamiento de Betanzos. Pero inquieta todavía más a los betanceiros, que temen una multitud para las jiras del 18 y el 25 de agosto, ambas domingo y con “acueducto” en muchas zonas de España.
La decisión de adelantar la cita un mes y medio responde a la oportunidad de ofrecer a los  más pequeños una jornada con juegos y actividades organizadas para ellos y, de paso, conocer, de la mano de sus familias, cómo se viven Os Caneiros. Después, como todos, también  comprobarán que existen otras formas de vivir la romería, pero sabrán, dicen los betanceiros,  “que no es la auténtica”, la que inventaron sus antepasados a finales del siglo XIX.
La embarcación municipal trasladó dos centenares de personas hasta Os Caneiros. En el río, una zódiac de Protección Civil, se encargó de velar por la seguridad de los romeros e informar de las condiciones del Mandeo. Una jornada diferentes a la que las playas restaron afluencia, pero de la que los niños disfrutaron, sin complejos,  de la sombra de los plataneros, los juegos en grupo y las luces de Os Caneiros. “Betanceiros, que queredes?”. Con cinco, con diez, con doce años... poder disfrutar del Mandeo

Cientos de betanceiros combaten el calor lanzándose al Mandeo

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