El “antídoto” contra la avispa asiática, en Sada

El “antídoto” contra la avispa asiática, en Sada

Rías Medias, los vinos sadenses, no se elaboran, son “enxebres”, artesanos y naturales, y se cosechan en la Quinta Val de Sonheiro. Una extensión de más de diez mil metros cuadrados, de los que 2.500 se dedican al cultivo de la vid, una de las actividades más antiguas de la civilización y todo un ceremonial en Galicia.
Farruco ha convertido este entorno en su particular centro de operaciones, el emplazamiento ideal para el cuidado de sus Rías Medias, los hijos –blancos o tintos– de unas uvas mimadas, casi “consentidas”, a las que desde hace un mes amenaza la “Vespa Velutina”. Un acoso constante de consecuencias incalculables al que en la Quinta Val de Sonheiro están consiguiendo contener con miel, con cientos de botes colocados a modo de barrera alrededor de las viñas y que, en solo dos semanas, ha permitido eliminar más de seis mil avispas invasoras, atrapadas en los fluidos dulces y viscosos de las abejas a unos centímetros de las uvas que, gracias al ingenio y la paciencia de la familia, pueden seguir creciendo para, en cuestión de semanas, convertirse en los Rías Medias de 2016.
Farruco insiste en que mientras desde las administraciones públicas “invitan” a localizar los nidos para, a continuación, destruirlos, como única solución al asido de las “velutinas”, los ciudanos que deben lidiar con ellas a diario se las apañan para, en la medida de lo posible, reprimir su ataque y proteger las cosechas, sin poder perder un solo minuto en buscar los avisperos, miles en el área de A Coruña.

El “antídoto” contra la avispa asiática, en Sada

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