El alcalde de Miño pide a Audasa que levante las barreras cuando se registren grandes atascos

Colas de varios kilómetros en el acceso a Miño por la AP-9. Un año más, la afluencia de gente a los arenales de la localidad, sobre todo en las jornadas de fin de semana, provocó retenciones de consideración y colmó la paciencia de los usuarios, que denuncian que, a pesar del caos, la concesionaria de la autopista no levantó las barreras  en ninguno de los peajes próximos a Miño.
En este sentido, el alcalde del municipio, Jesús Veiga, reclama a Audasa que, en circunstancias excepcionales como la del pasado domingo, levante las barreras para evitar que las retenciones se compliquen todavía más en las entradas a Miño, a la altura de la playa Grande.
El mandatario local se une así a las demandas de sus homólogos de Bergondo y Betanzos, que el pasado verano solicitaron la liberalización de los peajes  pero, en concreto, medidas concretas para evitar los problemas que, temporada tras temporada, se registran coincidiendo con la afluencia a las playas de la comarca, especialmente a las miñenses, ya que la salida de la autopista, en la playa Grande, es la misma que para Perbes u otros arenales de este ayuntamiento, que son los más concurridos de la zona de Betanzos.
Según algunos testigos, que  aseguran que el tráfico rodado aumenta considerablemente durante el verano en todas las vías del municipio y que los atascos son frecuentes en determinados puntos, denuncian también que algunos conductores llegaron a dejar sus coches al borde de la salida de la AP-9.
Sobre este particular, Jesús Veiga, en declaraciones a una emisora local, pidió “respeto y sentido común a los conductores a la hora de aparcar”, ya que algunos vecinos advirtieron de que  los vehículos llegaban a obstaculizar “entradas de viviendas y salidas de vehículos de emergencias”, añadió.
Las colas más importantes se registraron el domingo a mediodía, entre la una y las dos de la tarde, según los usuarios y los vecinos de Miño.

Aparcamiento
En cualquier caso, esta no es la única queja de este verano que afecta a la playa Grande, la más concurrida de toda el área, tanto por parte de vecinos de Ferrol como de A Coruña, e incluso de Lugo. Así, uno de los asuntos que ha despertado malestar entre los usuarios ha sido la aplicación del llamado “impuesto de las playas”, que en su momento también suscitó críticas en municipios como Oleiros.
Desde principios de mes, estacionar en el entorno del arenal cuesta cuatro euros, independientemente del tiempo, tal y como estipula la ordenanza que regula la tasa de aparcamiento en la zona ORA.

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