O Ventorrillo aparca sus problemas de movilidad

O Ventorrillo aparca sus problemas de movilidad
Los operarios municipales trabajaron en la modificación de las plazas | Quintana

En solamente cinco días los vecinos del barrio de O Ventorrillo han visto cumplidos sus deseos, en este caso en lo que a los aparcamientos para personas de movilidad reducida se refiere. Y es que desde la asociación que defiende los intereses de los residentes se había solicitado, tanto vía oral como mediante registro, la ampliación de unas plazas que se habían quedado muy pequeñas después de la última reforma de movilidad acometida en la zona de Agra de Bragua, que por otra parte se reconoce como muy “efectiva” para solucionar problemas de movilidad y seguridad en el entorno.


Los nuevos estacionamientos no solamente recuperan el espacio perdido, sino que superan el espacio para turismos estándar y permiten el acceso para operativos especiales con carga y descarga de, por ejemplo, sillas de ruedas. Además, se ha procedido al repintado de una zona en la que el desgaste también era excesivo y llevaba a la confusión de los menos habituales en el barrio. 


Fue uno de los puntos que se trataron a mayores de la polémica con las Casas de Franco en la reunión a tres partes del pasado jueves, en el propio local de la asociación vecinal, que ejerció como mediadora entre el Gobierno municipal y los afectados. La única tarea pendiente ahora en concepto de mejoras para las personas de movilidad reducida pasa por la otras plazas que han supuesto también un quebradero de cabeza para el resto de conductores. “Todavía tenemos pendiente, y pedido, repintar las plazas de algunas zonas del barrio, como la próxima al colegio María Barbeito”, afirma el vicepresidente vecinal, Aníbal Rodríguez. “Apenas se pueden ver las líneas amarillas en algunas plazas y algunos ya han sido multados por despiste, porque hay que fijarse muy bien”, añade. Los vecinos de O Ventorrillo, además, siguen a la espera de una nueva convocatoria para avanzar en el conflicto de las Casas de Franco. 

O Ventorrillo aparca sus problemas de movilidad

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