Reportaje | La perspectiva del profesor particular

Reportaje | La perspectiva del profesor particular
El tablón de anuncios sigue siendo un método habitual de contacto para los tutores

Cada semana los estudiantes de los centros educativos, tanto escolares como universitarios, acuden a clase para afrontar las múltiples asignaturas. Sin embargo, diferentes obstáculos obligan a que los padres o los propios estudiantes busquen un refuerzo a través de profesores particulares o academias para disciplinas tan complejas como Química, Física o Inglés. A Coruña dispone de una amplia variedad de opciones con distintos perfiles que pueden hallarse en tablones de colegios o a través de webs como Milanuncios o Tus Clases Particulares.


La profesión de profesor sustituto se asocia a gente que necesita experiencia laboral o un dinero extra para compaginar su propia formación. Juan Pinto se encuentra entre los dos aspectos. Este graduado en Biología y Química con un Máster en Profesorado de Secundaria decidió empezar a dar clases particulares como un medio para lograr sus objetivos: “Es un apoyo económico mientras preparo una oposición”. 


Pinto remarca la ventaja del trabajo cara a cara con un solo alumno, aunque lamentó no poseer herramientas propias del aula, como una pizarra: “Se pueden abordar los problemas de aprendizaje de una manera muchísimo más eficaz. Las aulas son demasiado grandes para tratar los problemas de forma personalizada”.


Andrea Díaz, graduada en Psicología, ofrece un análisis más profundo de la temporada en la que ejerció esta actividad extracurricular como tutora de inglés y enseñando métodos de estudio: “Los padres esperaban que en una hora a la semana solucionase problemas como falta de atención, impulsividad u organización de método de trabajo académico. Eso es imposible”.


Díaz también relata cómo sus clientes achacaban a un problema de actitud o interés las dificultades de sus hijos. Explica que se quejaban de su falta de atención o de aspectos concretos como “que suspendiesen ocho asignaturas”, pero el análisis de Díaz podía llegar a ser muy distinto: “He identificado posibles diagnósticos de TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad) en niños que no acuden a un profesional”.


“Noto moita dificultade de comprensión Aunque teñen acceso a moitísima información, necesitan un profesor moi cercano”, asegura Sebes Argueiro, fundador de la academia Adiante. Al igual que muchos otros, este emprendedor e ingeniero de Caminos empezó a ofrecer clases particulares al no hallar ningún puesto relacionado con su licenciatura. No obstante, Argueiro se sintió tan cómodo en este rol de tutor que decidió profesionalizarse. Tras años dando clases a grupos de seis con todos los permisos necesarios, este tutor también aportó su opinión sobre las dificultades de los alumnos: “Os anos da covid foron tempos que se facilou moito pasar de curso. Creo que faltou moita base e iso o está pagando agora a xente que está en 1º ou 2º de Bachiller”.

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