Reportaje | Novo Mesoiro se vuelve ‘Don Erre que erre’ en sus quejas, con erre de registro coruñés

Reportaje | Novo Mesoiro se vuelve ‘Don Erre que erre’ en sus quejas, con erre de registro coruñés
El campo Johan Cruyff está en malas condiciones | Javier Alborés

Se le acumula la correspondencia sobre el escritorio a Inés Rey en su nuevo papel de responsable de barrios, aunque buena parte de la misma llega de un mismo lugar y con idéntico remitente: la asociación vecinal de Novo Mesoiro. Los residentes de la zona parecen haberle cogido el gusto a la maquinaria burocrática y la queja vía registro para reivindicar mejoras en su barrio y, en los quince primeros días del Gobierno municipal, han enviado un total de diez comunicaciones con la consiguiente notificación a los asociados vía redes sociales.

 

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El aparcamiento de Ribeira Sacra presenta un aspecto irregular


Tradicionalmente, el de la periferia ha sido siempre uno de los barrios más reivindicativos, aunque su lucha se centraba más en las redes que la vía oficialista, algo que funcionaba de puertas para dentro, pero no tenía la misma efectividad: de las diez primeras reivindicaciones dos ya han obtenido respuesta de actuación inminente, mientras que para las demás existe la confianza en que se llegue a buen puerto, tal y como reconoce Víctor Lamela, presidente de la asociación vecinal y encargado de intensificar la presencia de la misma en las redes y en María Pita: “Se consigue más así que de cualquier otra forma; la clave es mezclar la demanda vía registro y dar visibilidad pública, para mucha gente se trata de algo novedoso, pero está claro que el Ayuntamiento actúa antes”. Eso sí, en los últimos días ni las quejas ni la insistencia vía redes sociales ha evitado el cisma y la renuncia vecinal a la organización de las fiestas.


Priorizar el mantenimiento 

Nada más conocerse los resultados de las elecciones municipales la asociación vecinal publicó varias cartas abiertas, personalizadas, para cada uno de los líderes del Gobierno y la oposición. A Inés Rey le tocó un recordatorio de las luchas tradicionales, el transporte y la biblioteca, así como una petición de comunicación y visitas más fluidas. Por entonces aún no se conocía su faceta de responsable de barrios. Por su parte, a la oposición se le pidió insistencia y vigilancia. 


La comunicación vía registro se ha habilitado para pequeñas urgencias o necesidades de los barrios, por lo que los frentes como el transporte o la biblioteca dejan pasa a quebraderos de cabeza del día a día como el estado de los bancos, aparcamientos que suponen una amenaza para el estado de los vehículos o el mantenimiento de las zonas verdes. De hecho ese término es uno de los más recurrentes entre las comunicaciones externas e internas, especialmente en lo que respecta a los parques infantiles o a un corredor verde con apenas un año de vida. Lamela justifica lo intenso de su actividad con el déficit con el que partió el barrio desde su nacimiento. “Estuvimos muchos años abandonados y hay mucho que recuperar, lo que pedimos es mantenimiento y control”, advierte. Al otro lado tendrá a Inés Rey. “Al contrario que el resto de la ciudad, aún no tengo su número”, bromea. 

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