Reportaje | Los ‘fondos europeos’ de la hostelería coruñesa se llaman Erasmus

Reportaje | Los ‘fondos europeos’ de la hostelería coruñesa se llaman Erasmus
El Bar Tracio, en la calle del Orzán, fue la primera parada del curso para los erasmus

Recuperaron la hostelería y el ocio nocturno de la ciudad, a golpe de martes, el aspecto habitual durante el mes de agosto y en los días de vino y rosas del horario ampliado. La llegada de centenares de erasmus para comenzar un nuevo curso universitario supone un balón de oxígeno y un baño de optimismo no solamente después de haber vuelto a los cierres según licencia, sino también a las puertas del tradicional bajón posvacacional. 


Y es que, más allá de la gran fiesta de bienvenida a los estudiantes extranjeros, los erasmus aportarán a ambos sectores una previsión fija de facturación, tanto los martes como los jueves, en una ruta de locales que será rotatoria a lo largo de la ciudad. Abrieron la veda el Bar Tracio y Studio 54, ambos en la zona del Orzán, pero el beneficio se dejarán notar en muchos más puntos, tal y como advierte la presidenta de Erasmus Student Network (ESN), Bárbara Novo: “Escogemos un local de hostelería y otro de copas cada semana y lo vamos rotando, para que los que llegan conozcan diferentes zonas de la ciudad. Los martes serán el día fijo y alternaremos jueves o viernes”. 


Primeros pasos 

La principal asociación encargada de recibir, asesorar y guiar a los erasmus en sus primeros pasos en A Coruña moviliza aproximadamente entre 150 y 200 estudiantes para cada fiesta y antes de las mismas contacta con el local seleccionado para alcanzar un acuerdo de colaboración. Algunos de los principales bares de la plaza de Azcárraga, así como epicentros del ‘tardeo’ y la noche como Brétema, A Moa, Cine París o Grace O’Malley’s serán las próximas paradas elegidas. “Una de las peticiones que hacemos a los locales es que, al menos durante los primeros actos, sea a puerta cerrada para los españoles, de manera que los erasmus se vayan conociendo todos entre sí”, explica Novo, natural de Lugo y ‘enganchada’ a la filosofía Erasmus. “Me gustó tanto que me quedé ‘secuestrada”, bromea. “Hice dos Erasmus y, cuando volví, busqué una forma de seguir vinculada”, añade.

 

Studioerasmus
Studio 54, en el Orzán, fue la parada nocturna


El único privilegio, además del carácter de fiesta privada, es un descuento en las consumiciones por ser socio de ESN. En el otro lado de la balanza, bares y pubs llenan sus locales en lo que de otra forma hubiera sido un día de cierre o de escasa facturación. “Hay que tener en cuenta que son universitarios y no cuentan con tanto poder adquisitivo”, matiza la responsable del grupo.


A Coruña recibe 300 erasmus por cuatrimestre. El programa, además, trasciende la dimensión original e incluye los convenios de la universidad: europeos, chilenos, argentinos, norteamericanos, turcos o surcoreanos se encontraban en el mapamundi que el martes se dejó ver por el Orzán. No son Next Generation, pero sí una próxima generación de fondos europeos que rescatan la hostelería y el ocio nocturno. 

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