Internet del siglo XX al lado de la universidad de A Coruña

Internet del siglo XX al lado de la universidad de A Coruña
Miguel Hernández, con su nueva antena de conexión | Quintana

La España de dos velocidades es una realidad incontestable, al menos en lo que a acceso a la red se refiere. Un buen ejemplo lo sufren a diario los vecinos de Elviña Castro, donde resultan inconcebibles algunas rutinas o hábitos que se dan por hechos en el resto de la ciudad: teletrabajar, ver una serie online o disfrutar de vídeos en alta calidad se antojan misión posible, debido a que la mejor de las conexiones no sobrepasa los 30 megas por segundo.


Algunos de los afectados, que miran de reojo a la vecina Universidad, han realizado toda una cátedra sobre conectividad para no vivir en una suerte de apagón tecnológico. Es el caso de Miguel Hernández, que ha probado prácticamente todas las soluciones del mercado para alcanzar lo que en cualquier otro punto de la ciudad se consideraría una conexión deficiente. “Con antena especial, router y elección de frecuencia lo máximo que alcanzo son 30 megas, cuando lo normal a día de hoy es tener 300 o 500, como mínimo”, explica. “Es desesperante, estos últimos ocho años han sido todo un aprendizaje sobre cómo usar internet en el rural. Estamos como en el culo del mundo”, lamenta el vecino, que trabaja para un operador de red.


La condición de ‘manitas’ le ha valido a Hernández para, al menos, poder ver vídeos de YouTube, aunque eso de la alta definición son ya palabras mayores. “Antes era inimaginable, ahora ya podemos acceder con mínima calidad”, confiesa. Incluso los más jóvenes del barrio se ven afectados a la hora de intentar utilizar, por ejemplo, las tablets con contenidos educativos para los pequeños. “No puedes tener la misma vida con el niño que el resto de padres. Tener dos dispositvos conectados es inviable”, advierte.


Lo más frustrante de todo para los vecinos de Elviña Castro es que son conscientes lo difícil que lo tienen para ser entendidos: “Todos se pasan la patata caliente entre ellos: el Ayuntamiento nos dice que hay que pedirlo individualmente y, por ejemplo, en mi trabajo sé que no tenemos operativa para eso. No puedes pedir que te instalen fibra directamente, así que seguimos con las líneas de  los años 90 el ADSL básico, el más antiguo, el de 3 megas”.


Años 90 

Algunos puntos concretos del barrio, así como las facultades, han tenido más suerte y ya disponen de internet de alta velocidad en sus hogares. “El resto seguimos viviendo como en los años 90”, lamenta Miguel Hernández


Y es que en plena era de la conectividad y el trabajo a distancia lo vintage está muy bien, pero los vecinos de Elviña Castro preferirían ver los últimos estrenos en alta definición o poder enviar imágenes y vídeos sin tener que esperar. Mientras se arregla la situación, la amalgama de anuncios televisivos y ofertas de conexión parecen sacados de un relato fantástico de Isaac Asimov o Philip K. Dick.

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