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jueves | 2 mayo | 2024
Todo apunta a que Os Mallos dejará atrás sus épocas oscuras para dar pie a una revalorización que ya da sus primeros síntomas. En la calle de Eusebio da Guarda, a la altura del número 18, una gran lona promociona viviendas desde 146.000 euros “a un paso de la intermodal”, y eso que las obras para la futura estación todavía acaban de comenzar. Curiosamente, este inmueble se encuentra justo enfrente del número 28 de la calle de Asturias, okupado durante meses hasta que en diciembre de 2021 sufrió un incendio y después fue tapiado. Hace menos de dos semanas, además, las ventanas del primer piso de este edificio están cubiertas por placas metálicas.
El director gerente de la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco), Juan José Yañez, adelanta que este barrio no solo se revalorizará, sino que, además, se potenciará la construcción y la rehabilitación en sus calles. Este impulso no solo afectará a Os Mallos, ya que Vioño y la avenida de A Sardiñeira serán otros beneficiarios de la futura infraestructura. “Va a contribuir a terminar de urbanizar muchas zonas, como los esqueletos de Vioño o el entorno de la estación”, señala, a la vez que destaca la gran oferta comercial y hostelera que aportará la intermodal a la zona.
En todo ello coincide el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, quien indica que la futura estación no solo supondrá una mejora en el transporte, sino también un impulso para el barrio “que ya se está notando”. Durante el mandato de Inés Rey se han concedido en Os Mallos numerosas licencias de rehabilitación integral, y el comercio “notará también las obras, no solo en la estación, sino también de reurbanización previstas, con las que el barrio ganará en calidad urbana y por tanto los vecinos, en calidad de vida”. El Gobierno local en estos cuatro años ha ejecutado “importantes inversiones”, como son la peatonalización de la calle del Mariscal Pardo de Cela, Ramón Cabanillas, la plaza de Padre Rubinos y Oidor Gregorio Tovar, “algo que se notará también cuando iniciemos la obra en la avenida de A Sardiñeira”.
La infraestructura, que sustituirá a la vieja estación de San Cristóbal, tendrá una incidencia urbana alta, sobre todo en la parte alta de A Sardiñeira como la de abajo. La revalorización de la zona permitirá aumentar la actividad inmobiliaria, derribando los viejos edificios que acogieron a okupas para levantar otros nuevos. Conviene recordar que muchas de estas propiedades pertenecen, como las que se encuentran en la calle Noia, a inmobiliarias, aunque otras son propiedad de particulares.
La nueva estación de buses tendrá veinte dársenas para viajeros y otras 23 para regulación, así como 24.000 metros cuadrados construidos, de los cuales 12.000 serán útiles. El edificio de la estación de autobuses tendrá servicios para pasajeros, como cafetería o consigna. Las obras de la estructura continúan con la maquinaria actuando para la creación de sus pilares, y hace una semana se dio el traslado a la estación de taxis de la estación a la avenida del Ferrocarril para dar paso al inicio de los trabajos en el interior de la terminal, una actuación que provocará la reubicación de los trabajadores afectados, entre otras cuestiones.
