La Cuarta Ronda supondrá la casi total desaparición del poblado coruñés de As Rañas

El proyecto constructivo se adjudicó el mes pasado y se tardará dos años en redactarlo
La Cuarta Ronda supondrá la casi total desaparición del poblado coruñés de As Rañas
Vista panorámica del poblado de As Rañas, junto a la Tercera Ronda, donde viven cerca de 25 familias | Javier Alborés

La operación policial de la semana pasada rubricó el fin del poblado de A Pasaxe, que desde hace dos años apenas tenía un par de pobladores, aquellos que se negaban a marcharse por no aceptar el acomodo que les ofrecían los servicios sociales. A la postre, resultaron no ser tan irreductibles. La desaparición del núcleo chabolista es considerado por el Gobierno local lo tacha de éxito, igual que en su día lo habría sido el poblado de Penamoa y lo será (probablemente) el de As Rañas. Este también desaparecerá en unos años a medida que avance el proyecto de la Cuarta Ronda.


"No existen problemas sociales, existen problemas urbanísticos”, sentencia Juan Aradas. Este histórico voluntario fue portavoz durante años de la ONG Arquitectura sin Fronteiras (y antes de eso, cuando se llamaba Arquitectos sin fronteras) y contempla con excepticismo los resultados del trabajo de realojo de los chabolistas, que el Gobierno de Inés Rey pone de relieve. La alcaldesa señaló recientemente en un comunicado que “Penamoa ou Orillamar son logros que contribuíron a facer desta unha cidade mellor, e hoxe seguimos nesa liña poñendo fin ao maior asentamento das últimas décadas na Coruña”.
 

Es cierto que pueden tratarse paralelismos entre Penamoa y A Pasaxe. Los dos eran poblados con décadas de existencia, y los dos desaparecieron por la presión urbanística: el primero, conocido por ser el ‘supermercado de la droga del noroeste’ se arrasó cuando hicieron falta los terrenos para construir la Tercera Ronda. El segundo, donde la mayor parte de las familias vivían de la chatarra y el furtivismo, cuando se proyectó una senda peatonal que uniría Oza con A Pasaxe. 
 

En el caso de As Rañas, su epitafio lo escribirá la Cuarta Ronda, la vía que uniría la AC-14 con la ronda del RC Deportivo. Aunque todavía hay que esperar al proyecto definitivo del trazado, expertos consultados confirman que, a priori el núcleo chabolista se vería muy afectado. El 14 de marzo, el Ministerio de Transportes adjudicó la redacción del proyecto. El plazo de ejecución  es de dos años y después, todavía habrá que licitar la obra. 
 

Desde 1987  

Como señaló en más de una ocasión la concejala de Bienestar Social, Yoya Neira, As Rañas es un caso distinto del de Penamoa o A Pasaxe. Se construyó en la misma época  que Penamoa, en 1987, cuando las familias gitanas fueron expulsadas de A Cubela debido a la presión urbanística y acabaron dispersándose. 
Ubicada en una bifurcación de la Tercera Ronda, cuenta con cerca de 25 familias, todas ellas descendientes de María Borja Gabarri y Juan Antonio Gabarri Montoya, los pobladores originales y propietarios del terreno. 

 

El poblado se levanta sobre suelo que pertenece por lo menos a 19 de dichas familias, pero es rústico, así que sus construcciones son ilegales. Esto no impidió al Gobierno local de Javier Losada construir viviendas de ladrillo visto de dos plantas en 2007, como recuerda Aradas.
 

Ya hace varios años, un informe de Plan de Acceso al Hábitat Digno, durante el Gobierno de la Marea Atlántica describía su situación como “extrema vulnerabilidade social”. A mediados de la década pasada surgió el problema del tráfico de drogas: en mayo de 2021, la Policía Nacional desarrolló la operación Velutina, que desarticuló una importante red de tráfico de heroína centrada en los asentamientos de Ferrol y Narón. Se incautaron cinco kilos (una cantidad muy importante) y se detuvo a 33 sospechosos. Uno de ellos, en As Rañas.


Para Aradas, los realojos de docenas de familias en Penamoa y A Pasaxe no han solucionado realmente nada: “Es chabolismo vertical”. A dichas familias se las realoja en pisos con alquiler a cinco años, con garantía municipal tanto en A Coruña como en municipios limítrofes. Los exchabolistas tienen que abonar una pequeña cantidad, aunque a menudo se producen impagos. 
 

Además, muchos de los chabolistas siguen sin estar insertados laboralmente y dependen de las ayudas sociales. “No están emancipados en su mayoría”, señala Aradas. El 20 de este mes se cumplirán trece años desde que se demolió la última chabola en Penamoa y el proceso no ha terminado. Queda por ver cuándo tiempo se tardará en el caso de A Pasaxe. 

La Cuarta Ronda supondrá la casi total desaparición del poblado coruñés de As Rañas

Te puede interesar