15º-16º
jueves | 16 mayo | 2024
La Asociación de Vecinos y Comerciantes de la Sagrada Familia hizo de su barrio la envidia de la ciudad. La razón fue la celebración de un concurso dedicado a las orejas, plato estrella del carnaval, en las canchas polideportivas al aire libre del centro social del barrio. Esta segunda edición contó con once participantes que llevaron los dulces preparados en sus hogares mientras aguardaban el inicio de la competición junto a tres prestigiosos jueces. La vencedora fue Iria Varela, aunque Rebeca Fajardo recibió una mención especial debido a lo próxima que estuvo de llevarse el primer puesto.
La cita gastronómica atrajo a decenas de vecinos atraídos por las bandejas bajo los toldos y la música. El ambiente del festejo se combinó con los juegos de jóvenes que aprovecharon la otra mitad de la pista para jugar al fútbol. Niños y adultos con disfraces aguardaron mientras más y más personas se acercaron al lugar del evento de carnaval. El jurado estaba formado por Luis Veira (chef del restaurante con estrella Michelín, Árbore da Veira), Gonzalo Castro, (concejal de Fomento y Promoción de la ciudad) y José Gerardo Fernández, periodista y guionista.
“O entroido forma parte da cidade e dos seus festexos”, comentó Castro poco antes de que le reclamasen. Con un disfraz de faraón, Alejandro Manteiga, vicepresidente de la asociación de vecinos, presentó a los jueces y dio inicio a la competición. La boca del público se hizo agua en cuanto se retiró el papel de aluminio para mostrar el contenido de las nueve bandejas.
Veira guió a sus compañeros mientras cambiaban impresiones y deliberaban. “Han estado a la altura de muchos de los premios que se hacen en esta ciudad”, comentó el chef antes de que fuese anunciado el ganador de un premio muy reñido.
Varela, la cocinera ganadora, subió al escenario llena de energía y vistiendo un disfraz de Pokemon que representaba el espíritu caricaturesco de estas fiestas. El galardón consistió en un diploma y un vale por 150 euros para cualquier supermercado Gadis, patrocinador del concurso.
Habiéndose declarado su victoria, Varela animó al público con alegría para que degustasen la variedad de orejas dispuestas sobre la mesa. Nadie objetó y todos disfrutaron de estas delicias de muy buena gana. Tras esta comilona, el festejó terminó con otra competición: un concurso de disfraces en el que participaron los niños del barrio.
